Normalmente no pensamos en lo que supone escuchar el ruido que produce el ventilador de un ordenador PC de manera constante. Sin querer este ruido nos afecta y ni apreciamos que se encuentra a nuestro alrededor, sonando en nuestros oídos, hasta que apagamos el equipo y, de forma irremediable, notamos que falta algo. Es entonces cuando vemos que ese ruido al que nos habíamos acostumbrado, y que quizá a nivel interno nos estaba afectando más de lo que podríamos imaginar, es algo que nos sobra y que nos afecta a la hora de rendir y de producir. El silencio, por mucho que no nos hayamos parado a pensarlo, es más importante de lo que podamos llegar a imaginar, lo que hace que silenciar el PC sea algo fundamental en el día a día de los usuarios.
Si tenemos el ordenador en nuestro despacho o en una habitación que normalmente sólo utilizamos para trabajar, seguramente el ruido sea algo que nuestro subconsciente relacione con este lugar de manera natural. Al tener el pensamiento de que el ruido no es tan relevante, que no se nota o que no nos molesta, sólo tenemos que realizar un simple ejercicio para comprobar cómo estamos de equivocados.
Así, el traslado del equipo de ese mencionado despacho a la sala de la casa es una manera de ver que el ruido que emite, en realidad, está por encima de lo que se puede aguantar con comodidad.
El cambio de entorno saca lo peor de los equipos y en este caso produce que escuchemos de primera mano todos esos sonidos que soportábamos, pero que molestan de forma irremediable. Reducir el ruido y aumentar el silencio nos beneficia de muchos y variados aspectos en el uso del ordenador.
Es importante darse cuenta de que cualquier parte del ordenador puede ser propensa a producir ruido si no se encuentra bien anclada. Es decir, si hay una pieza interna del equipo que no está bien colocada, transmitirá las vibraciones del movimiento a la caja y esto producirá un ruido molesto. Esto hace que sea muy importante prestar atención a los sistemas de enganche del ordenador. Para unos mejores resultados en este sentido existen gomas que permiten que, cuando montemos el ventilador, este no haga ruido ni transmita ningún tipo de vibración.
Si nuestro equipo es especialmente ruidoso, tenemos que plantearnos el cambio de algunos componentes, como la fuente y el ventilador, entre otros, con el objetivo de reducir el sonido que se produce. En cuanto a fuentes se recomienda el uso de las fanless, que dan una rentabilidad especialmente positiva en este sentido. También existen planchas de sonido que ayudan a silenciar el equipo al absorber los ruidos que se producen en el mismo.
Existe una elevada importancia que se debe depositar en el cambio de los propios ventiladores del ordenador si los que tenemos son especialmente ruidosos. Si en el equipo tenemos cuatro o cinco ventiladores, es necesario hacer pruebas para ver cuál de ellos es el que más sonido produce. Uno por uno vamos realizando comprobaciones con el objetivo de determinar cuál es más ruidoso y lo sustituimos, así de forma consecutiva hasta haber cambiado todos los ventiladores que nos estuvieran proporcionando un ruido más elevado del normal en el ordenador.
Si realizamos este cambio apostando por ventiladores silenciosos y llegamos a quitar todos los que nos molestaban, tendremos instalados auténticos ventiladores capaces de funcionar al mayor rendimiento sin producir ningún tipo de ruido molesto
